Ubicada en el borde de una colina boscosa, la casa cuenta con magníficas vistas hacia el sur y el oeste. Atravesando un denso bosque se llega a una sorprendente fachada de acero con marco de madera. Un toque de los puntos de vista se proporciona a través de la puerta de cristal, pero no es hasta la entrada que el impacto total de las vistas de la colina puede ser experimentado. En la parte de atrás de la casa, hacia el oeste y el sur, la vista se abre hacia las tierras de cultivo y las montañas.
Cuatro casas independientes unidas por un espacio común, en una composición a la vez clásica, vernácula y moderna. El espacio común, ligero y ambíguo, preserva la independencia formal de las cuatro unidades en tanto que optimiza el funcionamiento colectivo en todos los aspectos, incluyendo la eficiencia energética al reducir el perímetro exterior. PROD Arquitectura Fotos: João Morgado