La obra debía concebirse como un edificio solemne, reflejar la arquitectura tradicional Sámi e integrarse al entorno. Esa es la razón de su forma cónica inclinada, fácilmente visible incluso desde el centro de la ciudad de Karasjok, y el revestimiento en madera de alerce en un tono gris que armoniza con la naturaleza circundante. Vía Scerbo blog. Más información en Arkitekturguide.
La obra debía concebirse como un edificio solemne, reflejar la arquitectura tradicional Sámi e integrarse al entorno. Esa es la razón de su forma cónica inclinada, fácilmente visible incluso desde el centro de la ciudad de Karasjok, y el revestimiento en madera de alerce en un tono gris que armoniza con la naturaleza circundante. Vía Scerbo blog. Más información en Arkitekturguide.