Ante la necesidad del cliente de un espacio privado, los arquitectos decidieron en vez de ampliar la casa preexistente, crear una casa de verano en el jardín. La idea era que el pequeño edificio combinara un estudio de arte, una sala de juegos, un cobertizo para herramientas y una cocina. Dejando de lado el marco de acero elevado unos centímetros del suelo, el resto de la estructura es completamente de madera, con la fachada norte revestida de espejos de acero inoxidable que reflejan el jardín adyacente. Vía MoCo Loco y treehugger.
Ante la necesidad del cliente de un espacio privado, los arquitectos decidieron en vez de ampliar la casa preexistente, crear una casa de verano en el jardín. La idea era que el pequeño edificio combinara un estudio de arte, una sala de juegos, un cobertizo para herramientas y una cocina. Dejando de lado el marco de acero elevado unos centímetros del suelo, el resto de la estructura es completamente de madera, con la fachada norte revestida de espejos de acero inoxidable que reflejan el jardín adyacente. Vía MoCo Loco y treehugger.