Ronan and Erwan Bouroullec - Amarrada a la isla de los impresionistas en Chatou, la Casa Flotante se balancea al ritmo de los remolinos del Sena. Los reflejos cambiantes del agua impregnan las paredes de madera del interior, en las cuales se recortan dos grandes ventanales. Desde el interior del estudio se ve el pintoresco paisaje que inspiró el “Déjeuner des canotiers” de Renoir en 1881. Una atmósfera de fantasía para la inspiración y la contemplación. Ver artículo completo en arkinetia >>>
Cuatro casas independientes unidas por un espacio común, en una composición a la vez clásica, vernácula y moderna. El espacio común, ligero y ambíguo, preserva la independencia formal de las cuatro unidades en tanto que optimiza el funcionamiento colectivo en todos los aspectos, incluyendo la eficiencia energética al reducir el perímetro exterior. PROD Arquitectura Fotos: João Morgado