Esta casa para un soltero de 30 años aprovecha un pequeño lote y un escaso presupuesto creando ambientes interiores y exteriores integrados, subiendo una planta y bajando a un sótano. Las dos macizas paredes laterales se compensan con el frente totalmente acristalado. Un alero gigante se extiende hacia el sur para controlar la incidencia del sol y definir un espacio de estar en el patio. Un gran tubo escultural crea el efecto de pivote aparente para el alero, acentuando la idea de ingravidez, y vuelca toda el agua de lluvia recogida por la cubierta en una cisterna utilizada para riego del jardín.
Rob Pauls Architect