Antón García Abril y Ensamble Studio expresan la antítesis de la ligereza de las escuelas dominantes. Texturas y volúmenes rudos, pesadez e introversión, brillan como diamantes en la monótona sucesión cotidiana de arquitecturas estridentes. (arkinetia)
La Escuela de Altos Estudios Musicales, obra de Antón García Abril rematada en el 2001, es un gran cubo de grandes y toscas piezas graníticas, en cuyo diseño fueron determinantes los requerimientos acústicos a los que estaba destinado. La pesada mole del edificio se posa en el terreno ajardinado, casi sin tocarlo, transmitiendo la sensación de que flota sobre la suave ondulación del suelo. El interior, presidido por un vacío que recorre toda la altura y conecta los diferentes espacios, está bañado de luz por un lucernario dispuesto en la cubierta plana (santiagoturismo.com). Ver artículo completo en archidose >>>