Frank Barkow y Regine Leibinger - El Centro mantiene la forma de un gran almacén con un exagerado alargamiento lineal en el que se agregaron espacios luminosos en una disposición irregular. La mediación entre el entorno agrícola y el espacio industrial resulta en un edificio impactante, marcado por la textura de su piel cincada y el contorno de madera de las puertas y ventanas. La linealidad del interior es quebrada por dos grandes huecos en la cubierta a los que corresponden terrazas accesibles. El interior mantiene los trazos del juego formal de la caja exterior; por ejemplo, el aventanamiento de las terrazas y otros volúmenes interiores recrean la forma icónica del edificio. Ver en Abarriga de Um Arquitecto.
Frank Barkow y Regine Leibinger - El Centro mantiene la forma de un gran almacén con un exagerado alargamiento lineal en el que se agregaron espacios luminosos en una disposición irregular. La mediación entre el entorno agrícola y el espacio industrial resulta en un edificio impactante, marcado por la textura de su piel cincada y el contorno de madera de las puertas y ventanas. La linealidad del interior es quebrada por dos grandes huecos en la cubierta a los que corresponden terrazas accesibles. El interior mantiene los trazos del juego formal de la caja exterior; por ejemplo, el aventanamiento de las terrazas y otros volúmenes interiores recrean la forma icónica del edificio. Ver en Abarriga de Um Arquitecto.